A continuación podrás encontrar información generalizada en relación a esta temática.
Comprende sus diversas aristas y adquiere herramientas de prevención efectivas.
Si bien ambos se relacionan, son diferentes ya que se presentan en diferentes momentos. Por un lado, está el VIH que corresponde al Virus de la inmunodeficiencia Humana, el cual se adquiere al momento de una exposición al virus. Mientras que el SIDA es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, es una etapa del VIH y que se desarrolla mucho después tiempo de producida la transmisión. Este último es reversible y controlable con medicamentos.
El VIH luego de ingresar al cuerpo humano, requiere de mucho tiempo para desarrollarse en cantidades suficientes y causar un deterioro importante del sistema inmunológico (sistema de defensas del organismo).
Una enfermedad contagiosa es aquella que se puede traspasar a otra persona a partir de un agente que puede vivir fuera del cuerpo humano (como goticulas esparcidas al aire), y lo hace de manera casual y fortuita. En cambio, el VIH es inviable fuera del cuerpo humano y para poder transmitirse necesita de condiciones y vías específicas.
El suero de la sangre es un fluido corporal que contiene todos los elementos necesarios para que este virus logre completar su ciclo vital y concentrarse en cantidades suficientes para hacer posible que ingrese a otro organismo.
El VIH no tiene la capacidad de reproducirse a sí mismo, por tanto, requiere de una célula huésped, la cual es parte fundamental del sistema inmunológico llamada Linfocito CD4.
El VIH tiene una acelerada reproducción que permite que se produzcan errores llamados “mutaciones”, además tiene la capacidad para “recombinarse”, lo que significa que la célula huésped aloja a dos o más variaciones diferentes del VIH y da como producto una nueva variación o “mutación”.
Debemos saber que el VIH es inviable fuera del cuerpo humano, por lo tanto, la transmisión de VIH va a requerir de un contacto directo entre dos personas a través de situaciones específicas, lo que implica toma de decisiones, por tanto, la transmisión no ocurre de manera casual o fortuita.
Sabemos que el VIH va a requerir de condiciones y vías específicas para su transmisión, éstas pueden ser vía sexual, vía vertical (persona gestante a gestante) y vía sanguínea.
Para que se transmita el VIH, deben cumplirse las siguientes condiciones en conjunto:
Debe existir presencia de al menos un fluido que este conformado por suero de sangre como, semen, liquido preseminal, flujo vaginal, sangre y leche materna.
Los fluidos requieren tener contacto con las mucosas y/o membranas internas del organismo, ya que estas tienen la capacidad de ser permeables y absorber el virus.
Debe existir absoluta ausencia de oxígeno en el medio ambiente. Además, debe existir una temperatura adecuada para su transmisión.
Existen tres vías en las que se cumplen todas las condiciones antes descritas:
Los exámenes de detección de VIH están destinados a buscar la respuesta inmunológica que el organismo genera frente a la presencia del virus en la sangre de una persona, para esto existen dos tipos:
Se realizan a través del análisis de una toma de sangre venosa.
Se realizan con una gota de sangre, pinchando un dedo. Esta prueba entrega una respuesta rápida de aproximadamente 15 minutos.
Estos exámenes no entregan resultados definitivos, por lo cual se pueden comprender de dos maneras:
Al analizar la muestra, no hay ningún indicador que cause alguna reacción a la lectura y el resultado se informa como negativo.
Cuando se analiza la muestra de sangre, arroja una respuesta, generando una reacción a la lectura. En este caso debe haber una confirmación diagnostica por el ISP (instituto de salud pública) quienes por medio de exámenes más complejos confirman la presencia o no de VIH en el organismo.
Se refiere al tiempo que transcurre entre el ingreso del virus al organismo y la producción de anticuerpos suficientes para ser detectados por un examen, ya que al no respetarse esta ventana puede existir una lectura no concluyente o errada.
Por lo tanto, se considera este tiempo entre la última situación de riesgo y la toma de examen para VIH. Dicho tiempo es variable dependiendo de la técnica que se utilice para la detección del virus, por lo cual es importante que se indague este tiempo en la prueba a utilizar. Por ejemplo, el periodo para el test de E.L.I.S.A para VIH es de 21 a 30 días.
La Profilaxis Post-Exposición (PEP) es un tratamiento para evitar la transmisión por VIH cuando se tuvo una exposición del virus por un accidente o por no usar condón en una práctica de alto riesgo. La PEP actualmente está considerada para accidentes cortopunzantes a personal de salud y en casos de violencia sexual.
La PrEP en un tratamiento preventivo y de preexposición al VIH que consiste en la toma diaria de un medicamento para reducir el riesgo de adquirirlo. Es una combinación de fármacos antirretrovirales que está orientada en Chile a su administración en personas que tiene un alto riesgo de adquirir VIH. Esto se da bajo supervención médica y acudir a control cada 3 meses para evaluar adherencia y realizar exámenes de control. Está destinado a las personas desde los 18 años.
La prevención hace referencia a toda acción/es dirigidas en eliminar y/o reducir el riego de transmisión de VIH.
Es por esta razón que es necesario conocer los grados de riesgos de las prácticas sexuales y utilizar las estrategias de sexo seguro.
No todas las prácticas sexuales presentan el mismo nivel de riesgo para transmitir y/o adquirir el VIH.
Penetración anal sin el uso de preservativo.
Penetración vaginal sin preservativo.
Sexo oral a un pene o vulva, sin preservativo o barrera de protección.
Incluye penetración anal y/o vaginal con uso de preservativo, sexo oral con uso de barreras de látex y cualquier otro tipo de práctica sexual como masturbación mutua y/o con el cuerpo y los juguetes sexuales.
El “Sexo más seguro” hace referencia a poder tener el conocimiento general del autocuidado para poder disminuir y/o eliminar riesgos. El tener un abanico más amplio de relaciones sexuales que no sean solo la penetración, como por ejemplo las fantasías sexuales o reconocer otras partes del cuerpo como fuentes de erotización, tienen una parte importante en el autocuidado. Y en el caso de incorporar la penetración es necesario el uso de condón o barreras de protección de manera correcta y adecuada, para evitar el riesgo en su totalidad.
El condón peneano presenta muchas variedades y tiene alta disponibilidad donde se puede comprar, además que sus precios son variables. Se puede utilizar tanto para penetración vaginal como anal. Es importante que se elija el tamaño del condón adecuado evitando que sea más ancho o muy ajustado, para obtener una mayor seguridad y comodidad. La mayoría de los condones peneanos son de látex, pero existen de otros materiales como el polietileno.
Cómo usarlo
El condón interno es un método preventivo para el embarazo y para infecciones de transmisión sexual (ITS). Está diseñado para que sea introducido en el canal vaginal.
Sus características
Como usarlo
Las barreras bucales son películas de látex o poliuretano que se usan entre la boca y la vagina o el ano durante el sexo oral.
Cómo usar la barrera bucal
Como hacer una barrera bucal con un condón
Si bien existen en el mercado, usualmente no están dentro de la gama de elementos preventivos para infecciones de transmisión sexual. Los puedes hacer en casa cortando guantes quirúrgicos con una tijera previamente hervida.
Lo DDHH son condiciones sociales, políticas, económicas y culturales básicas, reconocidas universalmente, que permiten y facilitan el desarrollo de las personas y pueblos que promueven la convivencia pacífica en el mundo. Todas las personas tienen iguales Derechos Humanos.
Los Derechos sexuales son DDHH universales que se basan en la libertad, igualdad y dignidad, inherentes a todos los seres humanos.
La primera Declaración de los derechos sexuales fue proclamada en el XIII Congreso Mundial de Sexología, celebrado el 29 de junio de 1997 en Valencia, España. En 1999 en el 14° Congreso Mundial de Sexología, en Hong Kong fue revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS).